martes, 8 de septiembre de 2009

De vuelta

Hola, ya estamos de vuelta, pero eso no significa que no vayamos a subir más entradas. Aún nos queda por contar algunas cosillas con sus correspondientes fotos. El problema es que aún no tenemos internet en casa, así que tendremos que hacerlo en las horas de comida en el curro. Stay tunned!

viernes, 4 de septiembre de 2009

Ruta del Cares

El miércoles tuvimos un poco de aventura primero en 4x4 por los Picos de Europa y luego a pie. Hay que decir que para entrar en el parque con un vehículo necesitas un permiso por lo que si no lo haces a través de una de estas empresas será imposible que conozcas la naturaleza en estado salvaje.

Nos recogieron a las nueve de la mañana y nos llevaron desde Cangas de Onís, cruzando todo el parque, hasta la provincia de León. Os recuerdo que Picos de Europa ocupa parte del Principado de Asturias, parte de Castilla y León y parte de Cantabria.

El guía era amabilísimo y nos fue explicando tanto la diferencia entre un haya y un roble como la vida en las aldeas; donde viven gracias a una economía de subistencia y basada en unas muy duras condiciones de vida (sobre todo en invierno) siempre cuidando del ganado y consumiendo lo poco que ellos mismos producen (queso, leche, carne...).

Aunque bajan a los concejos a vender sus productos en los mercados semanales, cada vez lo tienen más difícil debido a los controles sanitarios y alimenticios que todo producto debe pasar. No obstante, las autoridades hacen un poco la vista gorda y ésto es lo que permite conseguir algunos ingresos extras.
Molino de agua de una de estas aldeas
 
Además de agrado lo que tenía el guía era paciencia, mucha paciencia.... Viajaban con nosotros en el land rover, una pareja de unos cuarenta y tantos años de Pamplona, y dos parejas de unos cincuenta años de Los Palacios, Sevilla. Pues bien, una de las sevillanas se tiró todo el viaje diciendo que se bajaba en el pueblo siguiente porque estaba aterrada. En realidad no había de lo que tener miedo porque los primeros treinta y tantos kms. fueron por carretera y no se veían ni precipicios ni nada que llevara a entrar en ese estado de pánico. Luego entramos en pleno parque por carriles de difícil acceso pero con nada de peligro. Era tal el estado de nervios en que se encontraba que el guía tuvo que parar en el filo de la carretera para que orinara, pero que a ella no le importaba porque estaba acostumbrada a ir al Rocío. Rocío...ella pensaba que dar un paseo por los picos de Europa en un land rover era como andar con zapatillas de esparto, vestida de rociera por las arenas de Almonte....igualito....

Sobre la una y cuarto nos dejaron a la pareja pamplonica y a nosotros dos en un pueblo perdido de la mano de dios, llamado Caín, perteneciente a Castilla y León, y de donde para salir por carretera tenías que hacer todo el camino de vuelta.

Eso sí, los del pueblo han sabido sacarle partido a lo de la ruta del Cares porque los pequeños huertos lo han sustituidos por zonas de aparcamientos "rústicos" y de puestos de camisetas y palos de madera para caminar. Por lo visto te cobran hasta por respirar. Por lo que dicen, de tontos no tienen ni un pelo... la picaresca española hasta en lo más recóndito de la montaña, sí señor!!.

Bueno, sigo con mi historia. Comimos los cuatro caminantes en uno de los pocos restaurantes del pueblo por diez euros el menú. Los cuatro pedimos lo mismo: ensalada, lomo con salsa de queso de Valdeón, helado, cuajada o queso con membrillo de postre, café y bebida).

A pocos más de las dos y media de la tarde nos pusimos en camino. la ruta es de 12 kms. y va desde Caín a Poncebos, un pueblo asturiano. Toda la senda tiene una anchura de poco más de un metro al borde de un desfiladero y con unas caídas de más de 80 metros.

La ruta también se puede hacer a la inversa, es decir, de Poncebos a Caín, pero a mi parecer la menos idónea. En primer lugar porque si vienes de Poncebos te viene todo el tiempo el sol de frente (si hay sol, claro) y porque los dos primeros kms. desde Poncebos son de subida y con bastante piedra suelta. Esto significa que tras esos dos kms. de subida, hacer los 10 kms. restantes es como para pensárselo.

La ruta de Caín a Pancebos es la que hicimos y fue espectacular. Los 5 primeros kms. son los más bonitos porque es donde hay más vegetación y tienes que ir pasando por pequeños túneles con vistas del curso del río impresionantes. Me recordó un poco al viaje en tren de Jimena a Ronda pero con mayores alturas.



Hay un momento donde el camino hace un inmensa curva y en el que a un lado estás en Castilla León y al otro lado en Asturias. Es impresionante aunque hizo muchísimo calor!.

El resto de kms. es un paisaje más rocoso pero también con su encanto. Lo peor de todo son los dos últimos kms. de bajada y con mucha piedra suelta que si pegas un resbalón puedes acabar a los pies del cañón. De manera que si alguno de ustedes decide hacer esta ruta, os aconsejo que llevéis calzado adecuado y no chanclas de la playa o tacones como se han dado casos. La ruta es sencilla, todo en llano, a excepción de los dos últimos kms. pero no tanto como para ir de andar por casa!!.

En el pueblo de Poncebos nos estaba esperando a las 7 de la tarde el guía, Carlos, quien en teoría debió haber hecho otra ruta en coche con los sevillanos pero que por el "acojone" de la muchacha tuvieron que cancelar. Al parecer les salió bastante caro el viaje porque a la llegada a un pueblo llamado Fuente Dé, pidieron un taxi para que los llevara de vuelta a Cangas de Onís, a más de 150 kms. de distancia. Y claro, tuvieron que pagarle al taxista tanto el trayecto de ida como el de vuelta!.

A unos kms. de Poncebos y cerca de Arenas de Cabrales hay un mirador desde donde se puede ver el Naranjo Bulnes, que no es el pico más alto de Asturias, pero sí el de más renombre. Las vistas son espectaculares. Su nombre viene por el color anaranjado que coge al caer el crepúsculo y por ser Bulnes el pueblo que tiene a sus pies, al que por cierto, sólo se puede acceder a través de un funicular. No hay carretera. Según dicen, éstos sí que están realmente "embrutecíos"... vamos, que los de Jimena son ya la finura en persona al lado de éstos.

jueves, 3 de septiembre de 2009

LLANES Y RIBADESELLA




En la costa oriental asturiana hemos visitado Llanes y Ribadesella.

Llanes es la capital del concejo que lleva su nombre. Para quien no lo sepa, un concejo (y no estoy ceceando porque es con "c") es la cabeza de distrito, a modo de municipio, que posee todos los servicios (administrativos, médicos...) de los que disfrutan todas las aldeas circundantes (muchas de las aldeas no superan las 3 ó 4 casas).

Aunque apenas estuvimos un par de horas, fue suficiente para visitar su casco histórico, destacando su muralla exterior del s. XIII y sus casas con fachadas coloreadas. Merece la pena!.

También destaca por sus casas de indianos, propiedad de aquellos que se marcharon a hacer las Américas y volvieron con las arcas llenas; y por sus playas, aunque como podéis ver en las fotos el día no estaba para baños.

El tema de las casas de colores es algo muy típico en toda Asturias y está relacionado con el clima. Como el invierno es bastante triste, con tanta lluvia y tan pocas horas de sol (a veces sólo de 10 de la mañana a 4 de la tarde) los colores de las casas sirven de contraste para alegrarles un poco el día.

Ribadesella es otro pueblo costero de la costa oriental y en él desemboca, como bien indica su nombre, el río Sella. El pueblo queda a un lado y al otro del río destacando sobre todo la playa de Santa María.

Aquí es donde se encuentra la cueva de pinturas rupestres de Tito Bustillo pero que no pudimos ver porque sólo se puede visitar con reserva previa y a partir de septiembre están cerradas.

Pero si por algo es popularmente conocida Ribadesella es por sus fiestas del primer sábado de agosto donde una multitud se concentra para realizar el descenso del Sella en canoa.

De manera particular el descenso del Sella lo puedes hacer cualquier día. Hay muchísimas empresas que se dedican a realizar todo tipo de actividades, pero por falta de tiempo nosotros nos quedaremos con las ganas.

Resumen de ayer

Ayer estuvimos en Llanes, en Ribadesella y en Colunga. Eva os hablará de los dos primeros en una próxima entrada.

Esa sección de la costa de Asturias se llama la Costa de los Dinosaurios por la gran cantidad de huellas y restos fosiliadas encontrados. Fuimos a Colunga por dos razones. La primera porque en una de sus playas, La Griega, se pueden visitar restos de esas huellas.



Las grandes son de saurópodos



Saurópodos, terópodos y un enriquesaurio.


La segunda razón es porque muy cerca también de la playa se encuentra ubicado el MUJA, o Museo del Jurásico de Asturias. Si estáis por la zona y os gustan los dinosaurios es visita obligada. Nosotros tuvimos la suerte de que además en estos días el museo alberga una exposición sobre animales de la última era glacial.

La entrada cuesta 6.30€, e incluye la visita guiada de una hora. Para los críos hay también un taller didáctico al que pueden atender mientras los padres están en la visita. Creo recordar que las visitas empiezan a las medias de cada hora.

De los animales de la glaciación vimos restos reales y reconstrucciones de mamuts lanudos (que al parecer son originarios de África), rinocerontes lanudos, caballos peludos y osos de las cavernas.

Esqueleto real de un mamut lanudo y su recronstrucción (venga, soltad el chiste fácil)


Había una pieza que me llamó poderosamente la atención: la osamenta de un mamut de 35000 años de edad. Pensad por un momento en esa fecha. Cuando los griegos, no, cuando los egipcios, no, cuando los sumerios, no, cuando el neolítico, no, cuando el mesolítico, mejor aún, cuando empieza el paleolítico superior, ese animal llevaba muerto 4000 años, el doble que el de la civilización occidental. Y allí estaba yo con unos restos orgánicos realmente viejos, y de verdad que lo parecían. Muchos más gastados, daban una plena sensación de antiguo.  Estar a su lado te ponía los pelos de punta.


Osamenta de mamut de 35000 años de antigüedad.

La visita guiada al museo fue muy instructiva. Las tres salas del mismo cubren la Era Mesozoica, cada una dedicada a un periodo en particular (Triásico, Jurásico y Cretácico). Te enseñan a distiguir entre un dinosaurio y un reptil (pero no como los de ahora, sino de los 5 metros), la clasificación de dinosaurios según los huesos de las caderas, distinguir si los restos directos (huesos) o indirectos (huevos, huellas, etc) pertenen a un dinosaurio carnívoro, etc. Todo un manual de supervivencia para la próxima visita al Parque Jurásico de Matalascañas. Hablando de Parque Jurásico: al parecer el tyrannosaurus rex no era el cazador que siempre se ha supuesto. Con esas extremidades frontales pocas posibilidades tendría. Se cree que era carroñero!



Para finalizar dos preguntitas:

1. Sabrías decirme el nombre de un dinosaurio que aún se encuentra vivendo entre nosotros? (No vale Fraga).
2. Cuál era el color predominante entre los dinosaurios?

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Al día siguiente subimos a los lagos de Covadonga. El acceso rodado durante los meses de verano está restringido, por lo que hay que dejar el coche en alguno de los 4 parkings al inicio del tramo (y pagar 2€ claro) y coger allí un autobús que pasa cada cuarto de hora más o menos.

El viaje es bastante sinuoso y totalmente recomendado para los amantes del riesgo, en especial cuando dos autobuses se cruzan justo cuando a tu derecha hay una un barranco de vértigo y tienen que echarse a los bordes para hacerse hueco. Una pasada!! Todo el viaje fue amenizado por un chavalín en el asiento de al lado y que estaba pegado a la ventana que miraba al barranco, y que no paraba de decir: “Mamá, yo quiero que el autobús pare, yo quiero volver!!” Verídico.

Aquí mucha virgen de Covandonga y tal, pero yo no me creo nada. Aquí son hindúes, porque las vacas son como mínimo sagradas. Te las encuentras en todos lados, y si están en medio del camino, pues nada, el autobús se para y espera a que decidan mover su santo trasero en busca de pasco fresco. El primer día piensas, “qué bonitas las vaquitas”. A partir del segundo, cuando te las has encontrado en más de una curva sólo ves solomillos con cuernos.

Tadeo nos había dicho que los lunes a las 10:30 salía una visita guiada gratuita que visitaba los lagos. Al parecer no es algo a lo que se le haga mucho publicidad porque ni el conductor del autobús ni los pasajeros de dos autobúses que allí estaban lo sabían. Lo curioso es que no había carteles de ningún tipo para informar de esto y el personal de información que atendía a los visitates tampoco dijo nada. Cuando los de nuestro autobús se habían ido con la única información que de allí recibieron, unos mapas y las rutas que podían hacer por ellos mismos, la guía se nos acercó y nos dijo que el mínimo de personas para hacer la ruta era de 3 personas, pero que la misma era muy sencilla y ella nos la iba a explicar. La verdad es que sí es muy sencilla, y todo está muy bien indicado, y entiendo que para dos personas sea un coñazo darle la vuelta a la montaña. Pero se le notaba a leguas  que no debía tener muchas ganas de currar, porque tras decir esto llegaba otro autobús y al decirle yo que igual alguién se nos uniría al grupo ella dijo tajante: “Seguro que NO”. Así que tras hacer caso omiso a sus explicaciones nos largamos de allí con viento fresco. Mejor sólos que con una tipa así.

La ruta traza una senda circular que rodea al pico El Mosquital (1289m) y que visita los dos lagos, Ercina y Enol. Unas vistas impresionantes de los picos y una quietud y tranquilidad tan solo rotas por el cencerreo de las vacas sagradas.

Como podéis comprobar hacía un poco de viento.
 
Esta otra foto está tomada justo desde el lado opuesto al otro lado del lago.

En la siguiente foto el descubrimiento del año, a las vacas sagradas también les mola un chupozón de vez en cuando
 
Y no, aquí no estoy cagan**

Lagos de Covadonga II

A medio camino de la ruta de los lagos nos encontramos una pequeña casita de piedra de donde salía una mujer mayor. Nos explicó que se trataba de una pastora, que pasaba unos seis meses al año en la montaña al cuidado del ganado y el resto del año en el Concejo de Cangas de Onís. Os aseguro que aún con su edad si me echa una carrera montaña arriba, me gana.




Como podéis ver en la foto, el viento es tal en los lagos que las tejas las tienen que sujetar con piedras para que no se vuelen...



En los lagos de Covadonga, tras el pico el Mosquital, hubo un momento en el que lo único que faltaba era Heidi gritando Pedro!!!!!!!!!!!!!!!.

Cangas de Onís - Santu Colás

En el segundo hotel que nos hemos quedado está a las afueras de una aldea llamada Corao, justo al lado de Cangas de Onís y del parking para subir a los lagos. Es un hotelito rural con mucho encanto, llamado Santu Colás. Es una casa en el campo de dos plantas, en la planta alta viven los propietarios y en la parte baja se encuentra el hotelito rural.

La entrada es preciosa, una pequeña habitación decorada en estilo rústico que hace a la vez de recepción y de salón donde se sirven los desayunos que con tanto esmero prepara cada mañana su dueño, Tadeo.



Ofrece en cada mesa un cuenco con todo tipo de sobre de infusiones, chococolate, cola cao, azucarillos, al que acompaña con un pequeña degustación de queso de la aldea. Mientras tanto, te ofrece café y tostadas con distintos tipos de mermeladas, mantequilla, aceite y miel o croasanes, que por cierto están de vicio.

Detrás justo de la puerta de entrada encontrarás una estantería llena de libros relacionados con Asturias, comics....a manera de biblioteca por si te apetece leer algo.

Las habitaciones también son muy coquetas, cada una está pintada de un color y decorada con muebles de madera. Muy acogedoras y el silencio es absoluto.

La casa está rodeada de un cuidado jardín con un horreo en la puerta que recuerda la forma de vivir de la familia desde tiempos memoriales.

Aunque íbamos a estar cuatro noches en Cangas de Onís no queríamos arriesgarnos a estar las cuatro noches en el mismos hotel. Así que decidimos quedarnos dos en Santu Colás y dos en el hotel Casa de Campo. Sin embargo, ahora que nos hemos ido de Santu Colás nos hemos dado cuenta que decidimos mal porque el trato tan personal y cercano que hemos recibido de Tadeo será difícil de encontrar en otro sitio. Te ayuda incluso a contratar cualquier actividad que quieras hacer en la zona. Tan sólo hemos estado dos días y nos ha dado una pena increíble. Si nos hubiéramos dado cuenta antes hubiéramos cancelado la reserva en el hotel Casa de Campo, que aunque parece un hotel de más categoría, carece de ese trato personal y cercano que te ofrece un negocio familiar.